ilustración de La caja, de Liébana Goñi

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La CURIOSIDAD es una capacidad que nos lleva a observar con detalle, a imaginar y a hacernos muchas preguntas, algunas con respuesta y otras sin ella.

 

¿Has sentido curiosidad al acabar el cuento?

¿Te ha surgido alguna expectativa?

¿Estás buscando respuesta a alguna pregunta que te has hecho?  

Vamos a hablar del cuento que acabas de leer, La caja, y veamos el camino de las emociones que se van generando.

Mika, su protagonista, se encuentra con una caja cerrada. Al principio siente un poco de curiosidad, y esto pronto pone en marcha su imaginación:

¿Qué habrá en el interior de la caja?

No tiene ningún dato: no se puede ver, nadie le ha dicho nada, no hay ninguna nota… , así que su cerebro empieza a buscar una explicación: quiere tener más información para poder comprender la situación.

Pues bien, resulta que, en mayor o menor medida, a todos los seres humanos nos ocurre lo mismo que a Mika.

    ¿Recuerdas algún momento en el que te haya ocurrido a ti algo así? ¿Qué sentiste? ¿Pudiste investigar? ¿Resolviste aquello que ibas buscando?  

    Cuando nos vemos en una situación de este tipo, y según la personalidad y las vivencias de cada uno, nuestro cerebro utiliza diferentes recursos: 

    • Buscar información o datos.
    • Hacerse preguntas, tanto sencillas como complejas.
    • Preguntar a otras personas.
    • Imaginar o inventar explicaciones (que suelen ser de lo más descabelladas).
    • Dejar de lado el asunto y no hacer caso.
    • Frustrarse. 

    En algunos casos, la situación se resuelve cuando conocemos la información que buscamos y podemos dar con una explicación racional y emocional. En otros, en cambio, nos quedamos sin respuesta.

    INCERTIDUMBRE

    ¿Qué les ocurre a Mika y Zarpas?

    Al final del cuento ambos personajes descubren qué hay dentro de la caja.

    Pero… ¿y nosotros? Tú, que has leído el cuento, ¿qué has sentido al llegar a la última página? ¿se ha resuelto el interrogante para ti?

    Esa sensación que probablemente has sentido tiene nombre, se llama incertidumbre. La incertidumbre es la falta de seguridad, de confianza o certeza sobre algo, especialmente cuando crea inquietud.

     

     

    CONSEJOS PARA ACOMPAÑAR A NUESTROS PEQUES

    ¿Cómo podemos acompañar a los más peques en esos momentos de incertidumbre ante una situación de la que no tenemos información y de la que nos gustaría saber más?

    Aquí te dejamos algunos consejos:

     

    • Promover su capacidad para hacerse preguntas ellos mismos, para ello podemos proponerles algunos ejemplos.
    • Dejar que imaginen y desarrollen sus propias hipótesis.
    • Fomentar la paciencia.
    • Recordarles que pueden hacer preguntas a otras personas que quizá sí tengan más información. A veces damos cosas por hecho por no querer preguntar, pero nuestras suposiciones pueden ser erróneas. Es preferible preguntar, por si alguien puede ayudarnos a descubrir lo que no sabemos.
    • Dar el espacio y el tiempo para observar, desde la observación surgen más preguntas y más información que puede ser muy útil.

    Propuesta didáctica elaborada por:

    Isabel Nieto Mañá, psicóloga